Cuando Facebook fue creado, su objetivo principal era interconectar personas a través del internet sin importar su ubicación geográfica. Y pasó de ser una plataforma creada para estudiantes de Harvard, a ser una plataforma mundialmente utilizada por más de 2700 millones de usuarios.
Con el pasar de los años, Facebook fue agregando diferentes funcionalidades a la plataforma, llegando a incluir servicios de Marketplace y un amplio negocio de campañas patrocinadas para alcance y posicionamiento de marcas. Además de la adquisición e integración de Instagram y WhatsApp para unificar la experiencia de interconexión entre las personas y amplificar el comercio online.
De esta forma, Facebook se convierte en propietaria de las principales plataformas utilizadas por las empresas para posicionarse en el mercado digital. Además de otros nuevos productos como Horizon, Quest y Nazaré.
Cambio de brand y anuncio del Metaverse
El pasado 27 de octubre, Mark reveló el cambio de nombre de la empresa de Facebook a Meta, la cual tiene 2 objetivos, optimizar sus plataformas de interacción social y crear tecnologías para el futuro.
¿Pero qué representa realmente este cambio de nombre?.
Si bien el crecimiento de Facebook ha sido exponencial, Zuckerberg presentó, de manera breve, las ideas y nuevos proyectos que tienen planeados. Habló sobre llevar la tecnología e interacciones humanas “más allá de lo convencional”, de aprovechar estas para crear un mundo donde las personas no solo vean contenido en internet sino que sean parte de él a través de la realidad virtual.
Esta propuesta parece bastante ambiciosa, pero las más grandes empresas tecnológicas se encuentran en estos momentos en una carrera por brindar productos y servicios de realidad virtual. Y Oculus, la división de Facebook encargada de este tipo de proyectos, ha invertido aproximadamente 50 millones de dólares para iniciar el “Metaverse”.
“Nuestra misión sigue siendo la misma, acercar a las personas entre sí. La idea es hacer que las personas puedan interactuar con otras como lo harían físicamente, pero a través de internet, que puedan comprar, jugar, conversar, trabajar… cualquier actividad interactiva, sin que la distancia sea un impedimento."
Este planteamiento parece ser excelente, es algo revolucionario lo que las empresas están intentando alcanzar aquí; quizás en unos 10 o 15 años comencemos a ver los verdaderos resultados de este Metaverso. ¿Pero qué significa realmente que Facebook esté implementando todos estos cambios en medio de las recientes polémicas?
Frances Haugen y la demanda contra Facebook
No es la primera vez que escuchamos que la empresa, ahora llamada “Meta”, atenta contra la seguridad de sus usuarios. Facebook anteriormente se ha visto envuelto en varios escándalos de los cuales ha logrado salir sin tener mayores consecuencias, como por ejemplo lo que sucedió con Cambrige Analytics o el escándalo con WhatsApp y sus “nuevas políticas de privacidad”.*
Además de ser plataformas que facilitan la llegada de información y comunicación, varios estudios han demostrado el daño e influencia negativa que pueden tener las redes sociales a las personas, desde incrementar trastornos hasta persuadir la toma de una decisión.
Lo más grave de todo, es que el pasado 03 de octubre, salió a la luz la identidad de una de las ex funcionarias de Meta, Frances Haugen, quien había entrado en contacto con una organización sin fines de lucro llamada Whistleblower Aid, que se encarga de representar a personas que quieren exponer situaciones potencialmente ilegales.
Ella publicó diferentes documentos que recolectó mientras trabajaba en Facebook, sobre lo consciente que era la empresa de todo el daño que causaban sus plataformas y las violaciones de privacidad que estaban cometiendo. “Facebook prefiere lucrarse antes que prestar atención a la seguridad de sus usuarios”.
Según documentos publicados en The Wall Street Journal, Facebook está consciente del daño que ejerce Instagram sobre los trastornos en adolescentes por temas corporales. El algoritmo que utiliza la red social trabaja en base a esto, en base a relacionar el perfil de la persona y sus comportamientos con contenido que pueda influir sobre sus emociones, creando así una “dependencia” a esta plataforma.
Conclusión
Aún, Frances se encuentra divulgando información y batallando contra este grande de la tecnología, para hacer que organismos reguladores hagan algo al respecto. Pero una y otra vez, Facebook ha intentado desestimar los esfuerzos de esta ex funcionaria y su imagen, sin hacerse realmente responsable de la verdadera situación.
Luego de estos escándalos, aparece la increíble noticia que Facebook está cambiando de branding y trabajando en un nuevo proyecto de realidad virtual… ¿Tendrá algo que ver esta repentina noticia con todo lo que ha salido a la luz? ¿Es seguro que Facebook lleve a cabo este tipo de proyectos, a pesar de su vago interés por la seguridad y bienestar de los usuarios?